El calor puede convertirse en uno de nuestros grandes enemigos
Un año más el verano ha llegado para acompañarnos durante los próximos meses y con él el sol y las altas temperaturas que tanto nos gustan mientras disfrutamos de nuestras vacaciones, pero el calor puede convertirse en uno de nuestros grandes enemigos a la hora de conciliar el sueño por la noche.
Así que os vamos a dar unos consejos para no pasar calor independientemente del lugar en el que nos encontremos.
No realizar ejercicio físico
No realizar ejercicio físico ni practicar deporte con más gente durante las 4 horas previas a acostarse es el primer requisito que debes seguir para poder dormir bien en el verano.
Esta actividad produce un aumento de la temperatura corporal que es perjudicial al combinarse con el calor ambiental.
Aunque se desaconseja una actividad física intensa, una posibilidad saludable es la de pasear tranquilamente por el paseo marítimo tras haber cenado y cuando las temperaturas son algo más bajas.
Las cenas deben ser ligeras y frescas
Las cenas deben ser ligeras y frescas durante el verano con el objetivo de refrigerar nuestro organismo de las altas temperaturas.
Este es el motivo por el que apostamos tanto por las sopas frías como el gazpacho o el salmorejo, pero también por el que las ensaladas nos acompañan en estos tres meses.
La clave para no aburrirte reside en ser imaginativo con ensaladas variadas que utilicen una gran variedad de productos frescos.
Estas cenas no son nada copiosas y facilitan una digestión sencilla, lo que sin duda ayudará a conciliar el sueño con mayor facilidad. Si algo hay que evitar en las cenas de esta estación son las grasas, que deben sustituirse por alimentos que cuenten con un alto porcentaje de agua.
Apagar los dispositivos electrónicos
Tener apagados los dispositivos electrónicos como el ordenador, la tablet, la televisión o incluso no dejar cargando el smartphone durante la noche ayudará a que tu habitación se encuentre más fresca, siendo más sencillo conciliar el sueño.
Todos estos dispositivos encendidos aumentan la temperatura ambiente a la vez que suponen un gasto innecesario de energía.
Dormir con pijamas de algodón
Dormir con pijamas de algodón es muy beneficioso cuando se produzcan las clásicas olas de calor del verano ya que es el tejido que mejor transpira y mantiene una sensación de frescor en nuestro cuerpo.
Este pijama debe ser suelto ya que de lo contrario la ventaja que nos aporta el tejido desaparecerá por completo.
De igual manera sucede con las sábanas debido a que un gran número de personas apuesta por dormir en ropa interior durante el verano, por lo que éstas deben ser de algodón con tal de facilitar la transpiración.
Como cada persona es diferente, los que peor lo pasen para conciliar el sueño incluso pueden meterlas en el congelador durante unos minutos para que les sea más fácil quedarse dormidos al reducir ligeramente la temperatura.
Ducha de agua tibia
Ducharse con agua tibia durante unos minutos antes de meterte en la cama es más beneficioso que una ducha de agua fría, aunque la lógica podría ser justo la contraria.
La realidad es que con el agua fría sientes bienestar en un primer momento pero al cabo de unos minutos el organismo se reactiva notando el calor con mayor intensidad incluso al momento previo a la ducha.
Sin embargo, con el agua templada la frescura corporal se puede prolongar durante horas ya que no se producirá en tu cuerpo el efecto rebote. Además, si hay una zona que debes tratar de mantener fresca esos son los tobillos y pies por lo que no solo hay que mojarlos sino que puedes dejarlos por fuera de la sábana para que no entre el calor a través de ellos.
Paños húmedos cerca
Dejar paños húmedos o toallitas en las proximidades de la cama es, además de una actitud previsora, muy útil para tratar de mantenerte hidratado y fresco durante toda la noche.
El cuello, la frente y los tobillos son las zonas que más agradecerán que de vez en cuando les apliques frescura para que tenga lugar una ligera bajada de la sensación térmica.